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LA POSEDICIÓN EN EL JUEGO DEL CALAMAR

LA POSEDICIÓN EN EL JUEGO DEL CALAMAR

El Juego del Calamar, también conocida como Squid Game, se ha convertido en la serie más vista de Netflix hasta la fecha. Esta serie surcoreana ha vivido un gran boom en todo el mundo y más de 85 millones de personas ya han visto todos sus capítulos. La trama gira en torno al endeudamiento, la competitividad y una cierta nostalgia por el pasado. Sin embargo, a pesar de ser una serie que ha generado enormes beneficios e ingresos para Netflix, esta plataforma ha optado por utilizar la posedición para los subtítulos en varios idiomas, entre ellos el español, con el objetivo de abaratar costes. Por tanto, aquellas personas que vean la serie en versión original y dependan de los subtítulos entenderán (o no) los diálogos de una forma distinta a aquellas personas que hayan visto la serie doblada.

¿Qué es la posedición?

Hace unas semanas mencionamos la posedición en la entrada de este blog sobre el futuro de la traducción. En esta tarea, un traductor se encarga de revisar la traducción automática realizada por una máquina. Esta práctica ha sido duramente criticada en el sector de la traducción, puesto que se delega el trabajo de traducción en un software de traducción automática. Estos softwares generan resultados de mala calidad y el traductor se ve obligado a editar en la mayoría de las veces casi toda la traducción, por lo que, realmente, no se trata de un trabajo de revisión.

¿Cuál es el problema?

La utilización de estos softwares para pagar menos a los traductores (aunque tengan que emplear más horas de lo habitual para revisar las deficientes traducciones de la máquina). Por tanto, esta situación contribuye a la precarización del sector de la traducción. ATRAE, la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España, publicó un comunicado la semana pasada en contra de la posedición, instando a las grandes plataformas audiovisuales a no fomentar esta práctica, que afecta seriamente al sector.

Ejemplos de malas traducciones en el Juego del Calamar

En un tweet de ATRAE han mostrado claramente por qué la posedición no es una buena práctica y cómo afecta tanto a los profesionales de la traducción como al cliente que está viendo estas series tanto en Netflix, como HBO o PrimeVideo.

Ejemplo 1: Red Light, Green Light = Escondite inglés/ Luz Verde, Luz Roja
Fuente: ATRAE
Fuente: ATRAE

En la traducción de este juego infantil se puede observar una clara incoherencia. Este capítulo aparece en Netflix denominado como «Luz Verde, Luz Roja», pero luego en el capítulo el nombre se tradujo como «escondite inglés», que haría referencia a la equivalencia en castellano. ¿Por qué ha ocurrido esto? Porque el traductor poseditó la traducción automática y optó por el equivalente correcto en español, pero en cambio Netflix no se aseguró de cambiar el título del capítulo para mantener una coherencia con el término.

Ejemplo 2: Dejaré que vaya primero
Fuente: ATRAE

¿No sería mejor «Tire primero», «Usted primero», «Abra primero»…? «Dejaré que vaya primero» es una traducción literal de «Go first». Un traductor profesional habría optado por una traducción mucho más natural en español.

Ejemplo 3: ¿Qué diablos…?
Fuente: ATRAE
Fuente: ATRAE

Después de haber presenciado una paliza, un hispanófono nunca diría «¿Qué diablos…?». Lo primero que diríamos sería algo así como «Me c* en la p***», «¿Qué coj*?» o cualquier otra expresión idiomática en castellano.

¿Y en qué consiste una buena traducción audiovisual entonces?

Un traductor audiovisual se encarga de crear subtítulos que transmitan de forma condensada la información del original y que se adapten a la velocidad de lectura. Para ello, es necesario adaptarla al número de caracteres máximo que permite la duración del subtítulo. 

Además, es un trabajo con una gran carga creativa, puesto que se debe transmitir el tono, el ritmo y la personalidad de cada personaje. Pero esto no es todo. A la hora de traducir es necesario plasmar el contexto social y cultural, aspectos para los que es esencial contar con un conocimiento profundo de la lengua fuente y de la lengua meta.

En conclusión, podemos observar que traducir subtítulos no es una tarea nada fácil que pueda depender en casi toda su totalidad de un software de traducción automática. Además, las grandes plataformas audiovisuales tan solo buscan ganar más beneficios a expensas de la calidad del producto que le ofrecen al cliente. Por supuesto toda esta situación alimenta la precarización del trabajo del traductor profesional, el cual tiene que invertir más tiempo en poseditar la traducción automática.

Esperamos que esta entrada del blog os haya ayudado a comprender un poco más por qué es tan importante confiar en un profesional de la traducción y por qué debemos seguir luchando por el reconocimiento de nuestra profesión, ya que una máquina de traducción no es suficiente… de momento.