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Historia de la interpretación II

Historia de la interpretación II

Mediadores en el ámbito religioso

La relevancia de la figura del intérprete ha sido constante a lo largo de toda la historia. Por ejemplo, en Babilonia, en tiempos de Jesús, la lengua que se hablaba era el arameo, sin embargo, la lengua de las sinagogas y de los intelectuales era el hebreo. Así, en las sinagogas comenzaron a valerse de intérpretes para traducir los fragmentos de la Torá, que se leían en los servicios religiosos. Estos mediadores interpretaban las escrituras oralmente, por lo que constituyen un ejemplo más de la necesidad de enlaces entre diferentes lenguas. Estas interpretaciones son el origen de los Targumim, traducciones parafraseadas de las escrituras hebreas que todavía se utilizan hoy como material de referencia.

Existen documentos de esta época en los que se habla de la profesión, así como referencias escritas por los rabinos sobre los problemas que encontraba el mediador a la hora de interpretar o los requisitos que debía cumplir un buen intérprete. Esto incluye la edad que debía tener, cómo debía situarse con respecto al orador, el grado de fidelidad de la interpretación, el derecho a añadir o suprimir ideas, etc.

En el siglo V a.C., el historiador griego Herodoto de Halicarnaso explica, en el tomo II de sus Historias, el origen de la casta de intérpretes de egipcios del siglo VI a.C.

En cuanto a los Jonios y Carios que sirvieron como tropas mercenarias en la conquista, recibieron de Psamético en recompensa de su servicio ciertas propiedades, unas en frente de otras, por medio de las cuales corre el Nilo, y a las que puso el nombre de reales, sin dejar de darles el monarca, no contento con esta recompensa, lo demás que le tenía prometido. Entregoles asimismo ciertos niños egipcios para que cuidasen de instruirlos en la lengua griega, y los que al presente son intérpretes de ella en Egipto descienden de los que entonces la aprendieron (Herodoto 2007: 221).

Más adelante, el autor divide la nación egipcia en siete castas:

[…] hicieron alto en la ciudad de Momemfis; en este lugar nos parece prevenir que la nación egipcia está distribuida en siete clases de personas; la de los sacerdotes, la de los guerreros, la de los boyeros, la de los porqueros, la de los mercaderes, la de intérpretes y la de marineros (Herodoto 2007: 226).

La Sagrada Bibliatambién atestigua la existencia de los intérpretes enla Antigüedad. Enel libro de Daniel (1, 3-5), podemos leer el caso del imperio Persa. Tras la derrota al rey de Judá, el rey de Babilonia, Nabucodonosor, solicitó al jefe de sus eunucos que trajese jóvenes de Israel para formarlos en la profesión:

Dijo el rey a Aspenaz, jefe de los eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real y del de sus nobles, cuatro mozos en los que no hubiera tacha, de buen parecer, de talento, instruidos en toda suerte de sabiduría, dotados intelectualmente y educados, capaces de servir en el palacio del rey, y a quienes se les instruyese en las letras y la lengua de los caldeos. (Sagrada Biblia 1969: 1146-47).